Lunes 16 de Marzo, 2020
LOS REYES DEL SUR Y DEL NORTE
Seguimos estudiando Daniel 11. Hasta aquí, Yeshúa ha confirmado con lujo de detalle lo que ya había revelado al profeta en visiones anteriormente. Daniel había sido testigo del cambio de poder de Babilonia a Medo-Persia. La transición de la cabeza de oro al pecho y brazos de plata, no era más profecía, ahora en historia. Había terminado el tiempo del león con alas de águila. Yeshúa le dió detalles de los siguientes cambios que iban a suceder y de qué forma afectarían al pueblo de YHWH. Desde muy jovencito Daniel supo que habría cambio de poder a cinco reinos, por medio del sueño de la estatua. Lo que no sabemos es cuál era la expectativa de Daniel en términos del tiempo de cumplimiento. Una posibilidad es que Daniel esperaba ver el establecimiento del reino de YHWH durante su vida; de ser así, debió haber vivido a la expectativa. Otra posibilidad es que pensara que todos los cambios se tomarían siglos en completar. Las cosas debieron aclarársele parcialmente con la profecía de las 70 semanas, la cual claramente marca 490 años. El resto de la profecía ayudará a confirmar lo antes profetizado, así como a tener una mejor claridad, gracias a los detalles.
En la porción de la profecía de hoy, veremos detalles que no se habían mencionado en visiones anteriores. El sueño de la estatua se limita a describir las generalidades de los diferentes reinos. Daniel ya había visto el cambio del oro a la plata. Estaba por suceder la transición de la plata al bronce. Con la visión de las bestias, no se ve al oso, representando a Medo-Persia, atacando al leopardo de cuatro cabezas, tampoco se ven dos de los cuatro cuernos peleando entre sí. Al carnero con los grandes cuernos tampoco se le menciona atacando al macho cabrío. La razón es que cada visión tenía un propósito específico. Eran un esquema que parte de los rasgos más generales y avanza progresivamente hacia los detalles más particulares.