Los juguetes de madera siempre llamaron mi atención, tuve los clásicos yoyos, trompos y camioncitos, pero soñaba con tener una marioneta parecido a Pinocho y recrear mis
escenas favoritas.
Esta historia la vi por primera vez en formato VHS y era una dulce experiencia ponerla,
entre el olor, la forma y el sonido que hacia la cinta es un recuerdo que aun retumba en mi mente. *