Podría pasar días enteros mirando obras de arte o escuchando música y poesía.
También quedo embebido ante las grandes construcciones, y me maravillo de los
adelantos tecnológicos de la humanidad, así como de los inventos cada vez en
mayor número y más fantásticos de los últimos tiempos. ¿Y qué decir de la
literatura? De hecho, todo a donde veas, escuches, huelas, sientas, tiene arte,
creatividad. El hombre tiene la firma de Dios.
Él es Creador por antonomasia.