La humanidad sigue existiendo por la transmisión de la vida, tanto el ADN como la enseñanza de los padres a los hijos de generación en generación.
El reino de los cielos es semejante, la fe pasa de padres a hijos mediante la bendición. En la palabra de bendición de padres a hijos se encuentra
la vida espiritual
codificada para producir hijos de Dios