El discurso programado es el de la derrota, el que te dice que no hay opción, que la mayoría quiere una sociedad que no garantice derechos. Pero es otra la realidad, es otra la verdad. Las encuestas del poder, las que se publican y las que no, dan cuenta de una sociedad que aspira a más, mucho más. Esa otra realidad hay que sacarla del escondite y convertirla en el nuevo sentido común.