Las startups siempre se asocian con empresas tecnológicas de nueva creación, es decir, una startup deja de serlo cuando lleva ya años en el mercado y está consolidada, pero existen muchas más diferencias entre una startup y una empresa convencional.
La principal es que la startup busca un modelo de negocio escalable, y esto se consigue en la mayoría de los casos a través de la tecnología.
Mientras que las startups están en continuo cambio buscando el mejor modelo de negocio posible, las empresas tradicionales nacen con un modelo y propósito definido al que buscan sacarle el máximo beneficio posible.
Una idea. Eso es lo principal para comenzar a trabajar.
