Todo lo que Jesús vivió, enseñó y predicó hablaba de avance y progreso. Es Su naturaleza, ir de gloria en gloria. Y es así como fuimos diseñados. Conocer esta verdad en lo profundo de nuestro corazón debiera posicionarnos con bastante seguridad en nuestro propósito para que nunca violemos nuestro diseño y simplemente ocupemos ese espacio.