Génesis 14: 22, 23.
22 “Y respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano a Jehová Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra, 23 que desde un hilo hasta una correa de calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a Abram . . .”
Cuando volvía Abram de la guerra, no solo se encontró con Melquisedec rey de Salem, sino que también salió a su encuentro el rey de Sodoma, y el diálogo con este rey nos muestra otras virtudes del padre de la fe.
1. LA ACTITUD CORRECTA DEL REY DE SODOMA.
“Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram: Dame las personas, y toma para ti los bienes.” vr. 21.
El rey de Sodoma estaba agradecido con Abram, éste había hecho lo que ninguno de los reyes aliados se había atrevido a hacer, ir a rescatar a los cautivos y recuperar el botín, así que el rey cree que lo más justo es que Abram entregue a las personas que liberó, pero que se quede con todos los bienes materiales como recompensa por su hazaña, era como un pago por su trabajo, era lo justo.
2. EL FIRME COMPROMISO DE ABRAM CON DIOS.
“Y respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano a Jehová Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra . . .” vr. 22.
Abram nos sigue mostrando sus virtudes, ya vimos que lo primero que hizo fue dar sus diezmos en gratitud; y ahora su respuesta es ejemplar, pues le dice al rey de Sodoma que había hecho un compromiso con Dios, había hecho una promesa, un juramento ante su Creador, mostrando así el patriarca que para él Dios es lo más importante, y que todas sus acciones están reguladas y sometidas a la voluntad de Dios, pues el patriarca sabía bien que ese Dios Altísimo era quien le había dado la victoria. vr.19.
3. LA HONRADEZ DE ABRAM.
“que desde un hilo hasta una correa de calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a Abram . . . ” vr.23.
La honradez de Abram lleva como propósito darle la gloria a Dios, pues él se había comprometido con Dios a que no tomaría ninguna ganancia, que no quería, ni tomaría ninguna recompensa, que no le interesaba cuánto ganaría por ir a rescatar a la gente. Ya antes Abram había mostrado que él no era ambicioso cuando le había dejado a su sobrino Lot escoger las mejores tierras, y ahora lo confirma con esta actitud de no tomar ni siquiera un hilo o correa de calzado, algo que es muy insignificante, y que por cierto, pudo haberlo hecho, pues estaba en todo su derecho, pero de nuevo renunció a su derecho.
Pero Abram, lo que no quería, era dar motivo para que al rey de Sodoma se le ocurriera decir que él había enriquecido a Abram, pues Abram sabía que todo lo que él tenía se lo había dado Dios, y solo a Él debía dársele la gloria.