Estimados,
les escribo esta descripción a modo de contextualizar el capítulo de hoy, donde conté con la presencia de un amigo muy especial para mi, el señor Picho Fernández.
Conversamos de lo lindo, tiramos la talla, hablamos de las claves para alcanzar el éxito, de cómo ejercer un periodismo mediocre y efectivista para sobrevivir en un medio superficial, plagado de hombres pequeños con jopos enormes que planchan sus pantalones a poto pelao'.
Espero disfruten este capítulo, grabado especialmente para acompañarte un día solitario de cuarentena, mientras lavas la loza y tratas de ordenar ese desastre que llamas vida.
Te quiero mucho.
Se despide atentamente su servidor,
Cristóbal Ortiz.
