Hay algo que me ha acompañado a lo largo de mi vida: la exigencia, el control y la perfección. Y cuando me olvido de mí y conecto con el miedo, se activa.
Por suerte y tras mucho trabajo recorrido, cada día me conozco más y tengo a mi Mary Poppins a raya.
Y de aquí este episodio autobiográfico, para decirte que no eres una amargada, simplemente puede que te sientas frustrada porque no te estás dando lo que necesitas. Y ESO TIENE SOLUCIÓN.
Si quieres elevar tu atractivo y lograr pasear por la calle sonriente y sintiéndote bella, tienes que escucharme.
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Con todo mi cariño y experiencias acumuladas,
Sandra
