1. Se nos dieron talentos por gracia. - Dios nos ha dado a cada uno de nosotros habilidades para hacer bien algo, y estamos para usar esas habilidades para Él.
2. Somos usados por gracia. - Dios nos usa para cumplir sus propósitos en este mundo, no por algo que hayamos hecho sino por simple gracia.
3. Somos madurados por gracia. - El trabajo de Dios de hacernos cada vez más semejantes a Jesús sucede no porque nos lo hayamos ganado o por nuestro propio esfuerzo, sino por la gracia de Dios.