No sé si usted recuerda cuando jugábamos de chicos a adivinar en qué mano traíamos algo (una moneda, algún objeto, etc), colocabamos las manos atrás y poníamos lo qué traíamos y luego poníamos las manos cruzadas frente a la persona que nos iba a adivinar (a veces así pasábamos un buen tiempo).
Siempre quería la persona atinarle en qué mano teníamos en este caso alguna moneda para así ganarla, pero la persona, no quería perder esa moneda y a veces no queríamos abrir la mano descubriendo así dicha moneda la cual ya íbamos a perder.
Un tío mío jugando un día me dijo: "Ariel me voy a ganar esa moneda adivinando donde está, pero si le atino, te llevarás una sorpresa "; efectivamente, mi tío tocó la mano donde tenía la moneda y se la di.
Pero me dijo: Ariel, te quite esta moneda de 50 centavos pero te has ganado una moneda de 5 pesos. Wow!!! Si viera que felicidad me dio eso, a quien no, verdad?
Le invito a escuchar este devocional y que sea de bendición para su vida.
Prepárese para abrir su mano!!!
