Imagina un Dios que no vive en un templo, sino en un servidor. Un juez que no escucha argumentos, solo analiza tus genes, tu sueño y tu ritmo cardíaco. Su veredicto es inapelable y decide quién asciende en el trabajo, por quién votamos... e incluso si somos "dignos" de amor.
En este episodio, exploramos el escalofriante futuro donde la IA y la genética no solo predicen enfermedades, sino que dictan nuestro destino social. Te contamos cómo un algoritmo podría enviarle una alerta a tu cita sobre tu "compatibilidad genética" o por qué un gobierno digital podría usar tu perfil biológico para clasificarte.
¿Estamos vendiendo nuestra humanidad a cambio de salud perfecta? ¿Aceptaremos a este nuevo Dios?
www.diarioentrelineas.com