Fue una semana difícil para los mercados globales, dado que, a pesar de los buenos datos de empleo, la presión sobre los salarios y la reducción de la calificación de la deuda de EE. UU. afectaron los rendimientos de los bonos, arrastrando consigo a los índices de renta fija y a las acciones. En el ámbito local, el Gobierno evitó el default y realizó el pago al FMI, llegando a las PASO sin un salto cambiario, pero con las expectativas de devaluación en aumento. El mercado continuó ponderando el escenario electoral y aumentó la demanda por instrumentos ajustables al tipo de cambio.
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