Franz Kafka (1883–1924) fue un escritor de origen judío nacido en Praga, entonces parte del Imperio Austrohúngaro. Es uno de los autores más influyentes de la literatura del siglo XX. Su obra se caracteriza por una prosa precisa, situaciones absurdas, ambientes opresivos y una profunda exploración de la angustia existencial, la alienación y el poder deshumanizador de las instituciones. Temas recurrentes en su obra: La burocracia asfixiante. El sentimiento de culpa y el absurdo de la existencia. La transformación del cuerpo y la identidad. Obras más destacadas:
La metamorfosis (1915): relato en el que Gregor Samsa despierta convertido en un insecto gigante. Es una metáfora de la alienación y el rechazo.
El proceso (publicado póstumamente en 1925): narra la historia de Josef K., arrestado por un crimen que nunca se le explica. Representa la impotencia del hombre ante sistemas opacos e ininteligibles.
El castillo (también póstuma, 1926): un agrimensor intenta acceder a un castillo cuya autoridad es inaccesible y confusa. Explora la burocracia, el absurdo y la búsqueda de sentido.El aislamiento del individuo frente al poder y la sociedad. Estilo:
Prosa sobria y directa, con descripciones minuciosas. Ambientes grises, fríos y desolados. Sentido del absurdo, a menudo con tonos oníricos o pesadillescos. Kafka murió joven y pidió a su amigo Max Brod que destruyera sus manuscritos. Brod desobedeció, los publicó y gracias a eso Kafka es hoy un autor fundamental. Su nombre dio lugar al adjetivo “kafkiano”, que se usa para describir situaciones absurdas, opresivas o sin salida lógica.