Para que un matrimonio funcione bien, es crucial practicar la escucha activa, lo que implica prestar atención plena a las palabras y sentimientos de la pareja. Esto significa no solo oír lo que dicen, sino también comprender sus necesidades y perspectivas. La comunicación clara y sincera, junto con la empatía y el respeto, son elementos esenciales para construir una relación sólida y duradera.