Es el amor de Dios que se refleja en el matrimonio, en la pareja que decide vivir juntos y por esto el hombre deja su casa, la casa de sus padres, y va a vivir con su mujer y se une tan fuertemente a ella que se transforman, dice la Biblia, en una sola carne.Tu amor y fidelidad le corresponden sólo a ella; ¡jamás se los entregues a otra! Recuerda que el goce del matrimonio solo le pertenece a los dos, y nadie debe inmiscuirse en él. ¡Bendita sea tu esposa, la mujer de tu juventud! Ella es una gacela amorosa y agradable.