La mayoría de la gente tiene al menos un mal hábito financiero. Puede ser comprar en forma compulsiva, olvidarse de pagar las cuentas en término o posponer la creación de un fondo de emergencia.
Toma la decisión de cambiar tus hábitos financieros malos por buenos. Comienza por identificar los hábitos que quiere cambiar y descubrir la motivación y recompensa en torno a tu conducta. Luego, intenta reemplazar esa conducta por otra positiva. Después de identificar e intentar modificar tus hábitos financieros personales, sería bueno que considere las prácticas financieras que compartes con tu pareja u otras personas allegadas.
