Estoy segura que en algún punto te ha pasado que estás en una reunión o incluso solo en tu casa y que estás disfrutando de la comida que tienes al frente, sientes que vas quedando lleno pero aún queda comida en el plato, pero “mmm está muy bueno!” y ¿qué pasa? te lo terminas todo, y a veces no simplemente queda allí, sino que te levantas y tomas un poquito más del sarten de lo que quedó porque, al final está demasiado bueno para dejarlo ¿no? ¡Ay pero qué culpa se siente después! Acompáñame a ver por qué pasa esto…