Hay personas que parecen incapaces de guardar un secreto, porque nunca han aprendido el arte de callar. No descansan hasta que no han revelado, primero en trozos y luego de una vez, cualquier información confidencial que les llega.
Te conviene aprender a guardar silencio, sobre todo cuando estés enojado o molesto por algo. El silencio no es un fin en sí mismo, pero sí un medio importante para alcanzar un fin.