Cuando en la vida ya no hay problemas, es la vida misma la que se convierte en problema: ¿cómo uso mi tiempo libre? Tengo a mi disposición, algo decisivo: el tiempo, que en esos momentos, no quiero o no sé usar. Aunque, como el tiempo pasa, de hecho, no usarlo es malgastarlo.
¿Y por qué no lo uso sino que lo desperdicio? Porque estoy aburrido. El aburrimiento es una cierta muerte personal, una tristeza o tedio.
Vamos a profundizar en este tema y a explicar cómo salir de ese suplicio.