1. RECONOZCA SU CONDICIÓN. “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”. - (Romanos 3:23) Nadie es lo suficientemente bueno para ir al Cielo por sus propios méritos. No importa cuánto bien hagamos, aún nos quedamos cortos.
2. REALIZAR LA PENA POR EL PECADO. “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. - (Romanos 6:23) Así como hay paga por el bien, hay castigo por el mal. La pena por nuestro pecado es la muerte eterna en un lugar llamado Infierno.
3. RECONOCER DE DONDE VINO EL PECADO. Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte; y así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.” - (Romanos 5:12) Hemos nacido con una naturaleza pecaminosa, que se transmitió de Adán a cada generación.
4. CREE QUE CRISTO MURIÓ POR TI. “Pero Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”. - (Romanos 5:8) El gran amor de Cristo por nosotros se mostró cuando murió en la cruz para pagar nuestra deuda de pecado. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. (Juan 3:16)
5. CONFÍA EN CRISTO SOLAMENTE COMO TU SALVADOR. “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. - (Romanos 6:23b) “Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo”. - (Romanos 10:13) La vida eterna es un regalo comprado por la sangre de Jesús y ofrecido gratuitamente a aquellos que lo invocan por fe.
6. RECLAMAR LA PROMESA DE SALVACIÓN DE DIOS. “Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para justicia. salvación." - (Romanos 10:9-10) ORA AHORA, CONFIESA QUE ERES PECADOR, PIDE A DIOS QUE TE SALVE Y RECIBE A CRISTO COMO TU SALVADOR.