Es un buen momento para parar y reflexionar acerca de la forma de actuar, de hablar y de comportarnos. Se dio cuenta que le hace falta sabiduría? Podemos pedírsela a Dios Él la da a todos y sin medida. Santiago 1:5,6. Salomón no sólo tuvo sabiduría, Dios le dio inteligencia y él pudo utilizarla de la mejor manera para guiar a su pueblo aunque después apartó. La sabiduría de Dios nos va a permitir tener esa prudencia que tanto necesitamos al actuar y evitar así lastimar los sentimientos de otros al dar una opinión tomemos en cuenta: hablar cuándo es necesario. No hablar a gritos. No quitar la palabra a los demás. Escuchar lo que otros dicen. Pensar antes de hablar o antes de opinar.