Es muy común que por querer conservar una amistad o por no tener esa fuerza de voluntad necesaria siempre cedemos a lo que otras personas nos sugieren o a lo que nosotras mismas deseamos hacer. Encontramos ejemplos que nuestro Dios nos ha puesto para darnos cuenta que hay momentos específicos en los cuales necesitamos decir que no. Génesis 39: 11 ,12. 2 Samuel 11: 1-4, Gálatas 5:7