Hay relaciones que están tan dañadas tan deterioradas que parece imposible que se puedan restaurar. Y si sinceramente uno puede decir esto realmente no se puede arreglar, pero es necesario recordar las palabras del señor en Lucas 1:37. Porque nada hay imposible para Dios. Restauremos primeramente nuestra relación con Dios, y pidamos ayuda para restaurar nuestro corazón que se puede encontrar: sucio, manchado o perdido. Ezequiel 36:26 . os daré un corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, yo estaré un corazón de carne