Qué triste es el qué muchos hijos, no tengan ese ánimo de parte de sus padres para poder hacer cada día las cosas mejor. Y ya hemos cometido errores con ellos por no haber conocido a Dios, pero después de haberlo conocido y tratando de hacer cambios reales en nuestra vida, tomemos en cuenta los consejos del apóstol Pablo, Cuándo nos dice en el libro de Colosenses 4:21 Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten. Cuántas veces nos vemos criticando a nuestros hijos cuando deberíamos alentarlos, se ha puesto a pensar que si no lo hacemos nosotras nadie más lo va a hacer, cambiemos nuestro mal hábito de criticar por el hábito de alentar, de exaltar, de halagar aquello que muchas veces nadie toma en cuenta en nuestros hijos y tomemos tiempo para agrádeles aquello que están haciendo bien. También una forma de agradecerle a Dios es cuidar el corazón de ellos y no llegar al grado de exasperarlos. Encuentre todo lo mejor en cada uno y dígaselo.
