NO RECHACES LO QUE NO ENTIENDES
Cómo humanos, cuando no entendemos algo la primera reacción es rechazarlo y por consiguiente no creerlo. Eso es lo que sucedió hace casi 2000 años cuando la tumba estaba vacía y el cuerpo del Señor Jesús no estaba; aunque lo estuvo diciendo varias veces a sus discípulos en cada evangelio, no le creyeron las personas más allegadas a Él.
Después de su muerte, se reportó que su tumba quedó vacía. Los evangelios indican que fueron mujeres quienes encontraron la tumba vacía, lo cual es significativo, ya que en la cultura judía del siglo I, el testimonio de una mujer no era considerado fiable. Esto sugiere que los autores no estaban inventando la historia, sino relatando lo que realmente ocurrió, aunque no fuera conveniente para su tiempo.
En conclusión, la Resurrección del Señor Jesús no es una leyenda ni una invención. Es un evento histórico que transformó vidas y cambió el mundo. Para el creyente, no es solo un hecho del pasado, sino la esperanza viva de que la muerte ha sido vencida. “Mas ahora Cristo ha Resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho” (1 Corintios 15:20).