Octubre.
Mateo 26:39 Yendo un poco adelante, se postró sobre su
rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero
no sea como yo quiero, sino como tú.
En nuestra humanidad tendemos a rechazar la voluntad
de Dios, y cambiarla por la nuestra. Cada uno de nosotros tenemos esa libertad.
En Getsemaní, El Señor Jesús les dijo a sus discípulos:
Mi alma está muy triste, (muchas
veces esa copa va a venir con Dolor y sufrimiento)
Dios El Padre ya le había mostrado cual era su
voluntad para El; el ir a la cruz como único camino para la salvación de nuestra
alma y el único camino al cielo
pase
de mí esta copa
El Señor sabía que Dios el Padre le estaba haciendo
pasar por algo muy difícil humanamente hablando; una copa amarga de tomar y con
mucho sufrimiento.
; pero no sea como yo quiero,
sino como tú.
Cuando
nuestros hijos reconozcan que estamos en las manos de Dios, podrán aceptar Su voluntad.
Es
una forma de Dios para mostrarnos que cada uno de sus hijos somos importantes
para El y que se preocupa por nuestro bienestar.
Esta
copa que cada uno tenemos, si la recibimos de la manera que Dios la da. Nos va
a acercar más a Él.
Nuestra
oración debe ser para que nuestros hijos la acepten, de la manera que Nuestro Señor
lo hizo.
Hay
5 formas en las que El Señor Jesús acepto
Su copa y podemos orar para que nuestros hijos lo hagan también:
1.- Nos hace confiar en Dios por fe:
pero no sea como yo quiero
Pero nuestra reacción humana ante cualquier circunstancia es: ¿cómo lo puedo
resolver?
Y normalmente
nos trae:
Más
sufrimiento,
Gastar
innecesariamente:
fuerzas, dinero, tiempo.
Pero
al aceptar y orar sinceramente y pedir la ayuda del Señor
Nos
hace confiar en Dios por fe:
2.- Mostramos respeto a la decisión de Dios:
sino como tú.
; pero no sea como yo quiero,
sino como tú.
Que
triste es que queremos que nuestros hijos nos obedezcan, pero no enseñamos con
nuestro ejemplo el verdadero respeto que nuestro Dios santo merece
3.-El hacer la voluntad de Dios trae Gozo
Hebreos 12:2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la
fe, el cual por el gozo
puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la
diestra del trono de Dios.
Dejamos
de luchar en nuestras fuerzas y descansamos sabiendo que si Dios fue capas de
crear este mundo, cualquier problema es insignificante para El.
4.- Aprendemos que todas
las cosas nos ayudan a bien
Romanos 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas
las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son
llamados.
Si ellos quieren que las cosas vallan bien. Oremos para
que hagan solo lo que Dios les manda. Que guarden silencio, y esperen en El.
5.- El salmo 23 se
hace real su nuestra vida.
Salmo
23
1 Jehová es mi pastor; nada me
faltará.
2 En
lugares de delicados pastos me
hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
3 Confortará mi alma; Me
guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
4 Aunque
ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; (nunca se sientan solos) Tu
vara y tu cayado me
infundirán aliento. (se
van a sentir alentados)
5 Aderezas
mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con
aceite; (por consiguiente)
mi copa está rebosando.
6 Ciertamente
el bien y la misericordia
me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días. Vamos a estar con
El siempre. En esta vida y en la venidera.
Nos da miedo lo incierto y lo
desconocido.
Oremos para que nuestros hijos
sepan que aquello que este en su compa y que los este haciendo pensar que ya no
hay remedio.
Es algo tan sencillo para Dios
por que El es quien lo está permitiendo.
No ignoremos o más aun no sea motivo de burla o risa aquello que
nuestros hijos ven como un gran problema:
·
Un juguete roto o perdido
·
Su primer día de clases
·
la actitud de su maestra
·
el no tener amigos
·
su primer señala de acne
·
la dificultad para un deporte
·
el rechazo: amigos, escuela, trabajo, etc.
·
La ruptura de una relación sentimental
·
Alguna incapacidad
·
Una enfermedad
·
El divorcio.
Son copas llenas de sufrimiento,
como lo que nuestro Señor paso:
El tenía que sufrir física y emocionalmente, y también se enfrentaría a la traición y el
abandono (con el fin de que
confiemos que El nos entiende)
Juan 18:10 Entonces
Simón Pedro, que tenía una espada, la desenvainó, e hirió al siervo del sumo
sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Y el siervo se llamaba Malco.
11 Jesús entonces dijo a Pedro:
Mete tu espada en la vaina; la copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de
beber?
Para poder aceptar la voluntad de Dios se toma
conocerlo; sabiendo que Él sabe mejor.
Que todas las cosas les ayudan a bien.
Y que cerca de Él, su copa siempre va a estar rebosando.
Y podrán decir:
pero no sea como yo quiero, sino
como tú.