Es verdad que muchas veces como padres nos equivocamos, pero aún así nuestros hijos tienen la obligación de escucharnos y poner atención cuando nos dirigimos a ellos. No será que Dios espera lo mismo de nosotras. Nos anima diciendo que el hijo sabio recibe el consejo del Padre. Más el burlador no escucha la reprensión. Proverbios 13 El deseo de nuestro Padre Celestial es que siempre que Él hable nosotras guardemos silencio y escuchemos lo que El tiene que decir para hacerlo