La prudencia en nuestro comportamiento pudiera ayudar a que el evangelio de nuestro Dios sea adornado. Por el contrario la imprudencia en nuestra forma de ser María que la palabra de Dios sea blasfemada; importante es trabajar constantemente para actuar de una forma prudente cada día. Tito 2:3-5 Las ancianas asimismo sean reverentes en soporte; no calumniadores, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñan a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la Palabra de Dios no sea blasfemada.