“¿Estás harto de tu vida? ¡Simplemente suscríbete a otra!”, nos propone QualityLand, una novela muy divertida, entretenida, que se lee de corrido, y en la que Marc-Uwe Kling ha logrado captar y expresar las promesas y la desazón de un mundo digitalizado; con una sátira futurista con sabor a presente que nos deja pensando. Bienvenido a QualityLand, en un futuro no muy lejano. En QualityLand todo funciona bien: el trabajo, el ocio y las relaciones se optimizan mediante algoritmos. Hay cosas curiosas, como que tu apellido es el trabajo que tenían tu padre o tu madre en el momento en que te concibieron, y para confirmar una compra realizada en TheShop tienes que besar el Ipad. Y los algoritmos te sugieren (e imponen) incluso tu posible pareja perfecta. Sin embargo, uno de sus ciudadanos, Peter Sinempleo, sabe que algo va mal, al menos en su vida; es, además, de los pocos que se permiten no estar de acuerdo con el mundo en que vive, y al que no le importa perder puntos (porque el sistema, sí, te evalúa constantemente). Sí en QualityLand todo es realmente tan perfecto, ¿por qué hay drones que tienen miedo a volar o robots de combate con estrés postraumático? ¿Por qué las máquinas se están volviendo más humanas, pero las personas actúan como robots?
00:01:52 Sinopsis
00:08:34 Notas sobre esta versión 1.6
00:09:40 Introducción
00:14:37 Un beso
00:28:20 Gusano en el oído
00:30:05 Nivel
00:37:56 Rompemáquinas
00:39:58 Cajeros automáticos
00:41:35 Destino de viaje
00:42:48 Este juego es real. Página negra
00:46:48 Epílogo