El proyecto de ley promovido por el FA de limitar la extranjerización de la tierra no tiene que ver con defender la soberanía nacional, es una directa amenaza a la inversión extranjera, al capital extranjero que tanto necesitamos hoy para la reactivación de la economía y el crecimiento económico. Sin mencionar incoherente con el fomento realizado en este sentido durante sus gobiernos.