Hoy quiero animarte a que recorramos juntos esta historia para recordarte que Dios es fiel. Aunque hayas dado seis o sesenta vueltas alrededor de esos muros y sigas viéndolos tan imponentes e inexpugnables como al principio, finalmente, en el día menos esperado, caerán. Y cuando eso suceda, tu conquista será tan evidente que no pasará desapercibida.