Mayormente las mudanzas desatan conflictos relacionados con el miedo al cambio, si el traslado supone desplazamiento importante del lugar de residencia conlleva a enfretarse a una nueva situación vital y a nuevas decisiones. Tener miedo es natural y hasta sano puesto que es una emoción que ayuda a analizar los riesgos y dificultades y nos predispone para resolver problemas y soluciones.