Gran charla tuvimos con Mario Regueiro, exdelantero de Lanús y Racing. "Me di cuenta de la depresión cuando ya estaba adentro. Me sudaban las manos. No quería salir. Me tocó jugar partidos donde me sentía un fantasma. No sabía cómo parar la pelota o no sabía qué hacer en mi puesto". De las presiones como futbolistas a encontrar la felicidad atendiendo una juguetería.