En marzo de 2025 mantuvimos la esperanza. El libro que leímos fue Las rosas de Orwell, de Rebecca Solnit. Cultivamos semillas porque confiamos en que habrá un futuro, porque sentimos ilusión y sabemos que la alegría es necesaria. Ante un presente distópico, acariciamos con denuedo los pétalos, pues somos conscientes de quiénes somos y de que solo con matices es fructífero ese diálogo.