Hoy por hoy, cuando pensamos en un proyecto, emprendimiento o empresa, una vez que tenemos el nombre, lo más habitual, es que el siguiente paso sea crear las redes sociales. Como conté en un episodio anterior, lo correcto es crear las redes sociales en las que nuestro potencial consumidor se encuentre. De nada sirve invertir tiempo y esfuerzo creando contenidos para instagram, si nuestro cliente ideal está en Facebook. Eso sólo puede llevarnos a la frustración.
Entonces, con las redes bien seleccionadas, el siguiente punto es pensar en que publicar. Me pasa de escuchar mucho que eso es una suerte de síndrome de la hoja en blanco. Creo que con este episodio se te pueden aclarar bastante el panorama.
Con la definición del cliente ideal, nosotros ya entendimos porque nos compra. Que problema le estamos resolviendo. Y eso podemos hacerlo extensivo a todos aquellos que aún no nos compran, ya sea porque no nos conocen, porque no están listos para resolver el problema o incluso porque no saben que lo tienen.
Tirar de ese hilo, es una buena punta para comenzar a pensar los contenidos que vamos a publicar en las redes sociales, que cada vez más nos obligan a mantener el ritmo de publicación, es decir la cantidad de posteos semanales que hacemos, debe ser lo más pareja entre semana y semana.
Ahora bien, es importante que sepamos que si estamos hablando todo el tiempo de nosotros, y nuestro mensaje se centra en querer vender y sólo le decimos al usuario “comprame, comprame, comprame” Eso termina teniendo el efecto contrario.
Entonces exploremos otras alternativas, para armar nuestros post, siempre pensando en enseñarle algo nuevo al usuario, esta tarea a mi me gusta llamarla tematización, sobre qué temas voy a hablar en mis redes.
Podemos hablar o mostrar un uso innovador del producto, algo que hasta el momento nadie haya mostrado.
Podemos mostrar el proceso de creación de lo que vendemos, si nosotros mismos desarrollamos el diseño, desde el primer dibujo, hasta la compra de los materiales, hasta el producto terminado, es un proceso genial para mostrar, en el cual el usuario va a conocer el backstage, la cocina de nuestro proyecto, y eso es algo que atrae a la audiencia y nos muestra auténticos.
Un plus de este tipo de contenidos, es que no requiere tiempo de producción, porque a medida que vas haciendo, vas tomando fotos o haciendo algunos videos y luego solo hay que compaginar todo y publicarlo.
Si el uso de nuestro producto, tiene un resultado final, por ejemplo ahorrar espacio, que está tan de moda por nuestros días, Lo que hay que mostrar justamente es ese resultado, si alguien ve lo que necesita, aunque no le digamos que lo compre, seguramente se sentirá atraído por el producto.
Y por supuesto que si estamos con ofertas y promociones también deberíamos comunicarlas. Algo a tener en cuenta es el período óptimo de duración de una promoción. Lo ideal siempre es que sea de entre 7 y 10 días.
Entonces, una vez que tengas tus temas armados y pensados, podes sentarte a ver que material tenes creado, con que fotos contas, que videos ya tenes. Y lo siguiente sería anotar aquello que te esté faltando para producirlo.
Para bajar por escrito de manera simple tu plan de contenidos en redes sociales, te invito a visitar www.nadiadierna.com.ar/recursos y que te descargues la planilla Calendario de publicaciones, una plantilla de excel, como la que uso yo para mis clientes, simple, visual que te permitirá organizar tu trabajo con facilidad.