El sufrimiento produce perseverancia, la perseverancia produce carácter y el carácter esperanza.
El año que pasó fue un año lleno de incertidumbres pero Dios prometió estar con nosotros, nuestro trabajo es creerle y rendirnos a la esperanza que Él trae para este nuevo tiempo.
¡A través de la rendición nos encontramos con Dios!