Nos ocupamos tanto, e invertimos demasiado tiempo en tener que nos olvidamos que lo más valioso para que el tener sea sencillo es primero Ser. Ser esa persona rica internamente, para después serlo exteriormente, ser esa persona abundante en amor propio para así ser amado externamente, etc. Si dejamos a un lado el tener y empezamos a ser, sin duda alguna el hacer y por consecuencia el tener resultará muy sencillo