Hoy te cuento otra parte, la delicada, la sensible, la que de pronto muy pocos podemos contar, porque es la historia del reto personal, de mostrarse vulnerable. El pasado 18 de abril subí una parte del Pico de Orizaba algunos cientos de metros por arriba del refugio, algo que representó cosas importantes y que marcaron sin lugar a dudas el cómo veo la vida desde ese momento. Te comparto el cómo me sentí, lo que pensé, lo que había en ese momento. Disfrutalo y ayúdame a compartir para que más personas puedan también atreverse a mostrarse rotos.