Exacto todos sabemos lo que tenemos que hacer, lo que marca la abismal diferencia es que solo unos cuantos lo hacen. Los demás se quedan parados inertes presa de sus miedos, inseguridades, creencias, etc. Hoy hablamos de aquello que sabemos que tenemos que hacer pero que no hacemos por la razón que gustes y mandes. Te comparto un par de historias que ejemplifican la diferencia de saber lo que tienes que hacer y hacerlo.