Sintiéndome en una montaña rusa emocional con la entrega en Cádiz de los premios Max de teatro, y la entrega a la Tía Norica el Maximino de Honor, que concede la fundación SGAE, y además un curso de nivel 2 de Barcelona, pues no he podido seguir la programación de mi calendario y me he puesto a hablar ante el micrófono. Ha sido una experiencia catártica, en la que me he puesto a hablar de cómo se unen mis dos pasiones: el teatro, en mi desarrollo en la Compañía de títeres de la Tía Norica, y los masajes.
¿Se pueden unir ambos mundos y, además, la enseñanza del masaje?
Pues, más o menos, de eso hablo.
Ya sabes que mi propósito es hablar de cada tema desde una perspectiva muy subjetiva, pues en este episodio la subjetividad se eleva a la enésima potencia porque a fin de cuentas te hablo de mi trayectoria vital y de cosas que me definen.
Espero que el episodio te guste. Y si es así, ¿me lo dices?