La semilla (la palabra) siempre es la misma y es buena, el asunto es que solo revela cómo es la tierra o en qué condición se encuentra.La Palabra de Justicia crea gente poderosa, pero para muchos esto puede ser también su mayor debilidad, porque se pueden convertir en gente que no es gobernable. Debemos ser responsables de ser honestos con Dios acerca de nuestras actitudes y nuestro corazón, por el bien de la semilla que ha sido sembrada en nuestra tierra (corazón).
La Justicia de Dios no debe producir algo que no se parezca a Cristo. Justicia va a sacar la verdad dentro de nosotros; así como Jesús fue la piedra de tropiezo para muchos, también fue la roca de cimiento. Una vez que nos damos cuenta de lo que sale de nuestro corazón es para que demos oportunidad de que lo que es Cristo sea mostrado.