Dicen que el apóstol Tomás solo creía en lo que veía, y luego que Judas ni siquiera creía en lo que veía. Fidel es re curioso y hay algo en él que se resiste a cualquier banalidad. Hay una frase que dice que los juicios de los hombres son tan previsibles que nos debería de resultar admirable que puedan tomarse tan en serio a sí mismos. Fidel y yo decidimos conversar creyendo en lo que sentimos, y definitivamente dejando claro que hace mucho que dejamos de tomarnos algo personal. ¡Nunca es!.