La salud integral se refiere a un enfoque holístico que abarca todos los aspectos del bienestar de una persona, incluyendo su salud física, mental, emocional y social. Es un concepto que reconoce que estos aspectos están interconectados y que el equilibrio en cada uno de ellos es fundamental para lograr un estado óptimo de salud.
La salud física implica mantener un cuerpo sano a través de una nutrición adecuada, actividad física regular, descanso suficiente y cuidado médico preventivo. La salud mental se refiere al bienestar psicológico y emocional, incluyendo la capacidad de gestionar el estrés, mantener relaciones saludables y tener una actitud positiva hacia la vida. La salud emocional abarca la capacidad de reconocer, expresar y gestionar las emociones de manera saludable. Por último, la salud social se refiere a la calidad de las relaciones y el apoyo social que se tiene, así como a la participación en la comunidad.
En resumen, la salud integral busca abordar todos los aspectos de la vida de una persona para promover un estado general de bienestar y calidad de vida.