Cristo nos regaló perdón y amor, pese a equivocarnos. Debemos procurar presentarnos en gracia y misericordia con quienes queremos cerca y con quienes no.
Si ustedes aman sólo a los que los aman, ¿qué de extraordinario tiene eso? ¡Aun la gente mala puede hacerlo! Mateo 5:46
María Fernanda Fallas.