Si es tu primera vez aquí. O si ya has estado, pero como si lo fuera. Te mando esta postal sonora de Nueva York desde Herald Square.
Es la hora de almorzar. Te lo recuerda el olor a chamuscado de los carritos de comida ambulante. Las planchas de estos restaurantes móviles se llenan de perritos calientes humeantes, bagels de salmón con queso fresco y pretzels. Mientras, decenas de enchaquetados hacen cola para llevarse un bocado y volver rápidamente al trabajo. Al girar hacia la derecha, en la calle 34, justo enfrente del Empire State Building, está Herald Square, la plaza que forman las confluencias de la Sexta Avenida y Broadway. Ahora es completamente peatonal, y hay bancos de todos los colores. Acción de Gracias asoma a la vuelta de la esquina, y los escaparates de Macy’s ya están decorados con motivos navideños. Apareces en Momofuku, un restaurante en el que cocinan el mejor ramen de la ciudad. Un plato caliente nunca viene mal, ¿no crees?
Normalmente en esta ciudad, cuando caminas hacia el norte vas persiguiendo a tu sombra y, cuando vas hacia el sur, te persigue ella a ti. Quizás no se trate de ir delante o detrás de ella, sino de mantener tu propio rumbo y ver lo que ocurre. Me encanta la música y una de las cosas que más me divierte es tratar de identificar cada uno de los instrumentos que suenan en una canción. Son como capas que se van superponiendo unas encima de otras. Intentas separarlas, igual que un científico que está analizando fluidos. Reconoces el bajo, y lo único que haces es seguir el ritmo de sus graves. Al rato, las percusiones. Después juntas guitarras y vientos. Luego te concentras únicamente en las voces… A cada uno de los instrumentos que identifico lo acompaño imitando con las manos la manera en la que se tocaría. Y así puedo pasar horas...
Gracias por escucharme. Un abrazo desde Nueva York.
