Si es tu primera vez aquí. O si ya has estado, pero como si lo fuera. Te mando esta postal sonora de Nueva York desde The New York Times.
The New York Times está ubicado en un edificio moderno, diseñado por el famoso arquitecto Renzo Piano, de 52 plantas, justo enfrente de la estación de autobuses de Port Authority. La mitad del rascacielos pertenece al periódico, que tuvo que vender la otra mitad para sobrevivir en plena crisis del 2008. Bajo sus más de 300 metros se encuentran archivados todos sus números, testigos y notarios de la historia de la ciudad. Con lo que, además de lo que se ve, el valor del inmueble está en lo que no se ve. Este es un templo del tan denostado periodismo, el sancta sanctórum en el que cualquier profesional de la palabra le gustaría trabajar. Aquí ya lo hacen algunas de las vacas sagradas cuyos fotografías aparecen decorando las paredes de la redacción posando con sus lustrosos Premios Pullitzer.
Hace años, en uno de esos momentos malos que tenemos de vez en cuando, intenté consolarme escribiendo “lo mejor está por llegar” en el espejo del baño. Ese mensaje sería, desde entonces, lo primero que iba a ver al empezar el día. Lo hacía pensando que, así, pondría toda mi energía para que pasara ese momento y llegara el futuro. Pero el futuro, ya sabemos, que nunca llega. El presente es la única certeza. El presente no es solo un tiempo verbal. El presente es un espejo en el que siempre he evitado mirarme. No me sentía cómodo con su reflejo, por lo que siempre pasaba de largo. Ahora que toca volver a ponerse frente a él, siento la misma incomodidad. Si el pasado es nostalgia y el futuro ansiedad, el presente era vacío. De ahí que tratara de llenarlo mirando hacia atrás o hacia adelante.
Gracias por escucharme. Un abrazo desde Nueva York.