Listen

Description

Sábado de la cuarta semana de Adviento

Evangelio

Lc 1, 67-79

En aquel tiempo, Zacarías, padre de Juan, lleno del Espíritu Santo, profetizó diciendo:

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,

porque ha visitado y redimido a su pueblo,

y ha hecho surgir en favor nuestro

un poderoso salvador en la casa de David, su siervo.

Así lo había anunciado desde antiguo,

por boca de sus santos profetas:

que nos salvaría de nuestros enemigos

y de las manos de todos los que nos odian,

para mostrar su misericordia a nuestros padres,

acordándose de su santa alianza.

El Señor juró a nuestro padre Abraham

concedernos que, libres ya de nuestros enemigos,

lo sirvamos sin temor, en santidad y justicia

delante de él, todos los días de nuestra vida.

Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,

porque irás delante del Señor a preparar sus caminos

y a anunciar a su pueblo la salvación,

mediante el perdón de los pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,

nos visitará el sol que nace de lo alto

para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombras de muerte,

para guiar nuestros pasos por el camino de la paz’’.