Un hombre escribió algo parecido a esto en los años 20’s “Es invaluable el don de Dios que una madre llega a ser. Fue ella quien compartió su vida con nosotros, aun antes de que nadie nos conociera y saliéramos a la luz, nuestra madre nos protegió al punto que pudimos nacer. En sus brazos fuimos alimentados y encontramos nuestro reposo; es maravilloso como Dios diseñó el regazo de la madre para proveer no solo alimento sino el cariño que sustenta la existencia de ese pequeño ser humano.